MiEstilo
Estaba buscando en mi closet cosas especiales para traer a Bali cuando me encontré con este bikini blanco que compre en Zara hace mucho tiempo. En cuanto lo cogí, pasaron por mi las mismas vibraciones eléctricas que sentí cuando lo vi colgado en aquella tienda una tarde lluviosa hace casi ya cinco años. Su simplicidad se alineaba perfecto con mi estilo y personalidad y cuando lo vi supe inmediatamente que me pertenecía.
Pero cuando comencé a empacar una duda cruzó por mi cabeza. Después de haber tenido un bebé, usar un vestido de baño de una sola pieza podría resultar más cómodo en incluso más apropiado. Tengo suerte, pensé, que últimamente están muy de moda y yo definitivamente he coleccionado varios que me cautivan. Debería renunciar de una vez a la idea de volver a usar mi adorado bikini?
Mi corazón interrumpió mis pensamientos y comenzó a hablar. Me recordó que las mujeres alrededor del mundo han usado bikinis por más de cincuenta años y no se trata solo de un asunto de moda o belleza. Un bikini es una expresión de libertad, de rebelión. Sería poco audaz olvidar la lucha de las mujeres del pasado por los derechos sociales que ahora tenemos y que damos por sentado. Reglas estrictas sobre sus cuerpos, pensamientos y comportamiento estaban en todas partes. Ha sido un largo camino para superar restricciones mentales alrededor del mundo y ser libres. Y en muchos países esta lucha apenas comienza…
Además, dejar de usar el adorado bikini sería apoyar la idea de que solo un tipo de cuerpo se le ajusta, de que un bikini solo puede ser amado durante los primeros veinte años de nuestra vida y entre más nos sumergimos en la edad, la familia, la buena comida y el amor, más perdemos nuestra oportunidad de ser atractivas y esto es justo lo opuesto a lo que pienso yo.
Mi corazón también me recordó que yo nunca he dejado de usar algo que me gusta, por ninguna razón. Por qué habría de comenzar ahora? Un bikini es un clásico y como clásico merece un trato especial. También es mi afirmación de libertad y su simplicidad de nuevo encajó perfecto con el lugar donde me encontraba porque su color era puro, era veraniego y era paz!
Luz