MisHistorias
Es verdaderamente difícil el no tener dudas acerca del mundo de la moda cuando veo cómo nuestro consumo está afectando el medio ambiente y a las personas más pobres del mundo. El día de la tierra, celebrado en abril, trajo la oportunidad perfecta para preguntarme a mi misma quién hizo la ropa que uso, reflexionar acerca de cuánto pagué por ella y cuanto durará en mi closet porque, tenemos que enfrentarlo, casi todos nosotros jugamos un papel importante en este círculo vicioso de desperdicio y explotación laboral y humana.
Desde que era muy joven siempre me interesaron los temas que tenían que ver con justicia social, debido a esto estudie derecho, porque mis metas siempre han estado relacionadas con ayudar a la gente que lo necesita. He trabajado por los refugiados durante mucho tiempo y ahora que soy mamá, simplemente no puedo dejar de pensar en todos los niños que sufren en este mundo, entre ellos, miles y miles de niños que hacen nuestra ropa sin ningún pago o recibiendo muy poco, sin poder disfrutar de su familia, sus amigos o el colegio. Mientras tanto, nuestro ciclo de consumo y desperdicio está acabando con nuestro planeta. Greenpeace dice que se requieren cerca de 10.000 litros de agua para producir suficiente algodón y producir un solo jean y esto es solo el principio de la cadena de producción!
Es fácil ser pesimista acerca de nuestros comportamientos en materia de consumo y pensar que más bien los problemas de pobreza y de medio ambiente sean resueltos por alguien más pues no podemos controlar lo que pasa fuera de nuestro ámbito personal. Pero sí podemos y debemos cooperar cambiando nuestros hábitos. En mi caso, era imperativo encontrar una forma más amable y sostenible de vestirme sin sacrificar mi amor por el estilo.
Quiero saber quién hace mi ropa
Dos palabras: Moda rápida! Compramos mucha más ropa que antes y gastamos mucho menos. Camisas a $10, vestidos a $30, te dicen algo? A mi me dicen que he estado cómoda sin gastar mucho dinero pero no he pensado mucho en la gente que se encuentra en la cadena de producción. Si pago tan poco dinero por el producto final, entonces cuánto ganan las mujeres y niños en los países del tercer mundo estando en el principio de toda esta cadena de consumo? Y qué pasa con la ropa barata después de 6 meses de uso? Queda destruida en la lavadora, o llega otra tendencia y con ella el remplazo de ese jean que tanto nos gustaba y aquí vamos de nuevo…
Quiero que ellos paguen lo que es justo
Miles de vidas se vieron cegadas después del colapso de un edificio en Bangladesh en 2013. Después de semejante tragedia, varias ONGs como Greenpeace y Fashion Revolution crearon movimientos que nos permiten ver reportes en internet de las compañías a las que compramos nuestra ropa. Ahora no dudo en revisar la lista para ver si estas compañías pagan lo justo a los trabajadores en los países más pobres.
Quiero comprar a diseñadores locales
Estar bien vestido no depende de usar ropa de marca, si no de la originalidad y transparencia en reflejar lo que queremos a los demás. Si lo que quiero es innovar, los diseñadores locales son los que realmente pueden proveer esa ropa especial. Además, comprar local es la única forma de saber la verdadera historia de ese vestido que tanto nos gustó, pues estos diseñadores están presentes, son de carne y hueso y están ahí para contar todo lo que necesitamos saber de sus productos.
Quiero usar lo que ya tengo en mi armario
No tengo mucho tiempo para organizar mi armario, pero las pocas veces que lo hago siento que abro el baúl de los recuerdos. La mayoría del tiempo redescubro ropa y accesorios que no me acordaba ni que tenía, y también encuentro nuevas formas de usar lo viejo. Me encanta encontrarme con cosas que compré hace mucho tiempo en pequeños mercados de pueblos y ciudades por los que he viajado, o cosas que heredé de mi mamá, mi hermana o mis amigas. Me encanta encontrarme con lo que nunca usé porque a pesar de que era hermoso no cuadraba con mi estilo pero ahora se que he evolucionado lo bastante para hacerlo.
Quiero comprar de segunda mano
Odiaba comprar de segunda mano hasta el día en que entre a una tienda vintage y mi historia cambió para siempre. El hechizo operó inmediatamente cuando encontré tesoros que solo pueden encontrarse ahí y ahora les profeso un amor que durará para siempre.
Quiero proteger al planeta
No pienso volver a botar mi ropa a la basura! La usaré, le encontraré un nuevo propósito, la mezclaré con otra ropa que realmente me guste o la guardaré un tiempo para usarla después. si esto no es una opción entonces la donaré! Con estos pequeños gestos es cómo comenzaré a tomar decisiones beneficiosas para el medio ambiente. Oigo todo el tiempo que como individuos no podemos hacer nada para proteger el planeta, pero pienso que solo se trata de cambiar comportamientos, poco a poco, hasta que lleguemos al punto en que lo hagamos sin pensar.
Lo que es importante en la moda no es la moda en sí misma, es jugar con el estilo, es encontrar lo que nos gusta honrando siempre nuestro deber de proteger a los demás y al planeta.
Luz