Reseña Literaria
Como todas las novelas escritas por Murakami, en esta también se pueden contar varias toneladas de escenas de sexo, situaciones extrañas y personajes viviendo en mundos paralelos que se salen de lo ordinario. Sin embargo, 1Q84 lleva estas características de ficción a otro nivel.
Aomame, el personaje principal, es una chica que tiene por trabajo aniquilar hombres abusivos, pagada por una mujer millonaria que rescata a sus víctimas y las pone bajo su ala protectora. Aomame se encontraba en sus 20s cuando de repente se encontró viviendo en una extraña dimensión después de haber escuchado la Sinfonietta de Janácek mientras se encontraba en un taxi rumbo a asesinar a un poderoso hombre con un crimen innombrable. Empezó notando algunos cambios a su alrededor: Oficiales de policía portando armas diferentes a las que usaban habitualmente, y extrañas noticias en los periódicos, entre ellas un enfrentamiento entre dos facciones de una secta religiosa que causaron varios muertos y finalizó con profundas divisiones políticas dentro del culto. Aomame bautizó aquel mundo paralelo como 1Q84, en referencia al año 1984.
Aomame también nació en una secta, pero escapó muy joven, dejando a su familia entera detrás. La única persona que permaneció en sus pensamientos fue Tengo, un extraño, introvertido niño de su escuela primaria, del cual se enamoroó desde que tenia diez años de edad. Aomame era una chica extraña viviendo situaciones desproporcionadas. Aquellos eventos a todas luces fuera de lo común la alcanzaron el día que tuvo como misión asesinar al líder de aquel culto, un supuesto abusador de las hijas de sus seguidores. Todo lo que había sucedido encajó cuando conoció a su víctima y le explicó la razón de su comportamiento. Hicieron un pacto: Si ella lo mataba, él se encargaría de que Tengo estuviera a salvo en aquella nueva dimensión, la del año 1Q84.
Tengo fue también una gran parte de esta historia. Profesor de matemáticas y escritor frustrado, Tengo conoció a Fuka-Eri, una chica de 17 años con una dislexia grave, quien supuestamente había escrito una obra maestra de literatura. Komatsu, un editor corrupto por quien Tengo trabajaba, le pidió que arreglara los problemas de aquel manuscrito para que él pudiera presentarlo en público como el nuevo descubrimiento literario. Una cosa llevó a la otra, haciendo que el mundo de Tengo y Aomame se encontraran justo en la mitad, pues Fuka-Eri, la joven promesa de la literatura, era la hija del líder de aquel culto religioso.
Esta entretenida novela se divide en tres libros que recuentan esta historia a través de los doce meses del año 1Q84. Los primeros dos libros relatan las absortas vidas de Tengo y Aomame. El tercer libro relata también la historia de un nuevo personaje, Ushikawa, un extraño detective que sigue la vida de los protagonistas muy de cerca. Me causó una impresión llana el hecho de que las reseñas de este libro fueran tan opuestas. Para algunos comentaristas la novela se encuentra plagada de una narrativa cliché, incluyendo las escenas de sexo, los diálogos, los sentimientos y pensamientos de los personajes, calificándolos de ‘elementales’. Por ejemplo, el amor de Tengo y Aomame que nació cuando los protagonistas solo tenían 10 años, o los villanos, los ‘little people’, que no asustaron a nadie y mas bien parecieron unos criminales ridículos. Pero para muchos otros, el autor mantuvo su promesa de relatar, en ficción, algunos hechos sucedidos en Japón, como el boom de las sectas religiosas y el ataque al metro de Tokio con gas Sarín en 1995. Cualquiera que sea la opinión, Murakami continua jugando entre mundos multidimensionales, porque funciona para él y su audiencia. No llamaría la escritura de Murakami ‘elemental’, tampoco simple, tampoco ‘cliché’. Sin embargo, después de leer varias de sus obras, incluida ‘El Pájaro que da Cuerda al Mundo’, me quedó un vago sentimiento de haber leído un poco más de lo mismo. De todas formas, siempre valdrá la pena leer y disfrutar las novelas de Murakami.
Libro recomendado como una gran lectura de vacaciones! Luz