¿Soy rica o pobre?

Mis Historias

¿Soy rica o pobre? No lo sé, desglosemos. Tengo una casa. También lo tengo a él, que tira paredes, hace nuevas y luego las pinta, las  pone bonitas para que no me dé frío y me quede a su lado, me dice. Tiene ventanas, de esas grandes que se abren de par en par, por donde entra la luz y el viento.

Hay ruido, mucho ruido, pero viene de los niños que gritan, juegan corren y se pasan a nuestra cama en mitad de la noche. Tengo un jardín, pequeño, pero con rosas, las cuidamos como bebés este verano para que no murieran de calor. ¡Ah! Tengo un carro, donde llevo a los niños al parque y a la playa y a jugar. De hecho, el otro día llovía a cántaros, sin parar, y en mi desespero buscando y buscando me encontré una sombrilla olvidada del invierno pasado. Fue como encontrar una mina de oro. Pero volvamos al tema del dinero. Unos años podemos salir de vacaciones, irnos lejos, casi hasta donde el horizonte nos dice que si seguimos no habrá más tierra y otros, esa tierra son los caminos adyacentes a esta casa, donde jugamos a embarrarnos y respiramos las hojitas frescas de primavera. Comida hay, abrigo también. A veces un café en la panadería que sirve pasteles de chocolate caliente también. Ropita lanosa, libros de capa dura y no tan dura, gruesos y delgados, llenos de aventuras también. Se podría decir que somos ricos, porque en este momento somos capaces de conectar la riqueza y la abundancia, que son lo mismo, solo que la riqueza es esa pequeña hija de la abundancia, la madre que encarna todo lo que somos, lo que tenemos, en un conjunto de materia, sensibilidad y circunstancias que nos guían hacia la felicidad. Lo sé, porque a veces estoy del otro lado, cuando me siento pobre, no cuando la cuenta esta en ceros, no, si no cuando pierdo la paciencia, o cometo una injusticia. Así es como el corazón se aplasta, la falta de sueño arremete, la nube negra se instala, porque una cosa buena o mala da paso a la siguiente situación, del mismo tono, a veces de la misma calaña, y solo volviendo a la madre se puede cambiar. Hojitas frescas de primavera, pastelitos calientes, sombrillas invernales y botitas embarradas, sí, soy rica, sí.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Twitter picture

You are commenting using your Twitter account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s