Reseña Literaria
El panorama de las mujeres que describe Annie Ernaux es desolador. Siempre he sostenido que de base el machismo es generacional, como una capa gruesa que recubre a cada familia, pasando sus habitudes de abuelos a padres a hijos sucesivamente.
No es así según esta novela que prueba que el aporte de la sociedad es tan fuerte, tan determinante en la vida de una persona, que incluso si una niña nace en una casa de padres feministas, o al menos con tendencias igualitarias, los hilos sociales que se tejen a su alrededor van a contaminar sus valores y escogencias hasta caer en el mismo remolino que la enredara para siempre en la misoginia. Básicamente no hay salida. Es lo que le paso a nuestra mujer congelada, como le pasa a muchas que, que creció viendo a una madre inteligente, gran lectora, dueña de su propio negocio y a un padre que compartía las responsabilidades en casa. Cabe preguntarse: ¿Por qué nadie ha mirado atrás para advertirles a las otras?