Necesitamos a los hombres de nuestro lado: Se asume que la lucha feminista es una confrontación entre hombres y mujeres. No es así. Existen hombres muy feministas. Existen mujeres que se benefician y defienden con su vida el patriarcado.
Una verdadera alegría fue encontrarme con esta autora colombiana, Marvel Moreno, y con su pluma enérgica y llena de verdades. Me sorprendió, eso sí, que en Colombia no haya sido merecidamente incluida en la mesa de honor con Gabriel García Márquez y nuestros otros próceres literarios de aquella época. ¿Habrá sido esto porque su acerbo literario no es tan extenso como el de los otros?
Este es un libro de siete relatos cortos donde no aguarda una lectura compleja, si no más bien unas historias que se pueden leer completas en un solo día, algo que nunca me había pasado con Murakami. No quiere decir que no le falte contenido. Su estilo está impregnado en cada descripción de sus personajes, lugares, comidas, mujeres, y hasta en su música. Son historias cargadas de imaginación, de escenas psicodélicas y muchas veces, o casi todas las veces, muy oscuras. Sus personajes son gente común y corriente, viviendo vidas simples, especialmente en lo emocional. Sin embargo, una cosa es lo que hacen y dicen frente a sus amigos y familiares, y otra muy distinta la que viven en sus mentes atribuladas.
Dicen que para encontrar el sentido de la vida hay que leer a Dostoievski, así que me puse en la tarea. De todas formas me encuentro en una cruzada de lectura de clásicos, y los rusos, especialmente Tostoï y Dostoievski, son pasos obligatorios para aprender a leer. Porque saber leer no es pasar los ojos por un montón de letras sin sentido, si no saborear con gusto cada frase, detenerse a oler el aroma de aquellas citas, conversaciones y emociones, e impregnarse de cada personaje hasta el punto de que se sientan en cada respiro.
Existe un desequilibrio entre el mundo científico y el literario, pues el mundo literario siempre ha sido considerado como inferior. Tal vez es por su asociación con lo femenino. Pero, ¿Por qué es la ciencia considerada como un campo más fuerte, como algo que atañe a lo masculino, mientras que las artes y las humanidades son relacionadas constantemente con lo suave, con lo femenino? Y, dentro del mismo campo científico y literario, ¿Por qué los científicos y escritores del género masculino son preferidos, más reputados, y se confía más en ellos que en las mujeres que se mueven y producen el mismo entorno? Y, ¿Por qué si el mundo literario es considerado femenino, son las mujeres discriminadas como menos inteligentes, más superficiales y menos articuladas que los hombres? Esto es en lo que Siri Hustvedt expresa su gran talento, pues sabe encontrar percepciones en los demás que para el resto pasan desapercibidas. Husvedt ha sabido siempre como apuntar el dedo a varios aspectos y situaciones machistas de las artes y las ciencias.
Lo he visto todo. He visto a mujeres escapando de la noche con sus hijos a cuestas, seguras de que si no lo hacen no verán más la luz del día. He visto a mujeres tocando a mi puerta en medio de la noche, intentando escapar de los golpes de un borracho, para solo tomar un descanso y escurrir sus lágrimas, volviendo luego a los brazos de su maltratador.
He quedado fascinada con este libro. Porque Elena Ferrante no decepciona cuando se trata de ahondar en la psique de sus personajes. Personas que llevan una vida común y corriente, como aquel vecino del lado, a quien uno saluda sin pensar seriamente de que va su vida. Y es que sus relatos se desarrollan en una espiral que comienza relatando sus historias aparente normales. En este caso desde los ojos de Giovanna, quien al comienzo del libro es una simple niña, hija única, viviendo con sus padres, un matrimonio normal, asistiendo a un colegio normal, con sus amigas normales, en un barrio normal.
Isabel Allende hace un recuento rápido de su vida, ameno y fácil de leer. Al leerlo se siente cómo el estar hablando con una amiga de toda la vida. De esas conversaciones buenas claro, en donde se pone el alma y el corazón justo en el centro de la mesa a la vista de todo el mundo. Es así como Allende hila los hechos y las personas que marcaron su vida, justo con esos pensamientos contradictorios a su época, donde a pesar de que nadie cuestionaba las desigualdades sociales en su Chile natal, y muchísimo menos el lugar de la mujer en la sociedad, ella se hacía preguntas, y las transmitía a su entorno, levantando una polvareda de preocupaciones y rabias en sus padres y abuelos. Esto no la aplacó, y su voz interna no se acalló, al contrario, todas las circunstancias se fueron dando hasta que finalmente pudo encontrarse como literata, feminista y activista, llegando así a una madurez adulta con la que se siente cómoda y feliz. A su vez, la escritora da una mirada a la actitud de las nuevas generaciones frente al feminismo y rinde un homenaje póstumo y actual a quienes abrieron paso a las luchas feministas de hoy en día.
‘La ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real solo a medias y sus movimientos sean tan libres como insignificantes.’
Milan Kundera ama a Nietzsche, ama a su país, República Checa, ama a Praga. Habla con gran tristeza de la época comunista que se tragó el ‘antes’ de su país para convertirlo en un grupo de gente con mucho miedo. También rescata la eterna y terca valentía de muchos compatriotas que se negaron a dejarse llevar por el régimen a pesar de las consecuencias. Y así es Tomás, el protagonista de esta historia. Tomás conoció mucha gente que fue eliminada de su trabajo, su profesión, su comunidad y su identidad. Le pasó también a él. Tomás escapó a Europa por un tiempo muy corto, pues no aguantó la soledad sin Teresa, quien había vuelto a Praga cansada de sus infidelidades. Otros fueron más estratégicos. Migraron definitivamente a Europa, en el momento en que pudieron, dejando atrás el ‘Kitsch’ o sueño comunista, donde los ciudadanos sueñan con cosas mundanas, nacer, crecer, enamorarse, reproducirse, morir. No hay más aliciente que ese, vivir de la emoción en un sueño utópico, en una política utópica, en un país utópico.
Es porque nos da miedo escribir que solo aquellas voces son oídas. Los fanáticos, los racistas, los nacionalistas, los machistas, la extrema derecha y la extrema izquierda. A ellos no les da miedo hablar y mucho menos escribir. Sé por experiencia que escribir un libro, un ensayo, una página, e incluso un post, asusta, por decir lo menos. Hola miedos. Todos ellos vienen en manada a decirnos las miles de formas en las que podemos fallar. Existen muchos riesgos. Puede que a la gente no le guste lo que se escribe, o como se escribe, o peor, se puede ofender a alguien cercano con lo que se escribe. Pero las voces de los moderados se deben ampliar. Verdaderamente creo que la gente quiere leer nuevas ideas, especialmente las progresistas, y las románticas también. Aquellas que nos dan un futuro esperanzador. A todos los que escriben les digo esto: Su escritura es importante. Sigan peleando. Sigan escribiendo. Por ustedes. Y por nosotros.